Idas y vueltas

Jude, luego de dormir sin pausas. Se despierta, en el cuarto de Sean, su gran amigo por carta, al que le prometió algo y lo cumplió. Jude se quiso quedar en Newquay mucho más tiempo de lo que ella suponía que sería una semana. Se enamoró de esa ciudad, se enamoró de lo gentil y humilde que era la gente y de un chico, William. Un gran chico, tierno, sensible, pero a la vez un hombre. Consiguió trabajo. No le pagan mucho, pero tampoco necesitaba mucho. Al año y medio, le había mandado una carta a Edith. A las tres semanas, le llega una carta de su abuela. Estaba muy enferma, tenía Chagas; en uno de sus grandes viajes, fue a Salta y allí lo contrajo. Ya la estaba afectando. Jude muy preocupada por la enfermedad de la mujer que la ayudó a liberarse de ella misma, fue. Pero tuvo que dejar todo lo que amaba de allí; su trabajo, la gente, los Sres. Wayler y a su novio, Will.

Pero, como no lo iba a hacer? Después de todo lo que hizo Edith por ella. El hermano mayor de Will, Finn, era pesquero y llegó a tener su propio barco llamado “Escarabajo”. En los antiguos escritos wicca, decían que los escarabajos eran sinónimo de muerte para el amor.

Pero ninguno de los tres sabía eso.

El sábado 16 de Mayo; Finn, Will y Jude, zarparon de Newquay hacia St.Malo. Es común que en el Canal de la Mancha se generen tormentas.

Pero no tan fuerte como esta, fallecieron 160 personas y sobrevivieron solo dos; Finn y Jude. El hermano del supuesto amor de Jude.

Jude había cambiado mucho en esos seis años que pasó fuera de Córcega. Su perspectiva de la vida había cambiado mucho luego de la muerte de Paul y Will. Ella pensaba que atraía mala suerte, ya que las dos veces en que fallecieron, ella estaba presente e involucrada.

Luego de la muerte de Will, Jude sufrió una gran y profunda depresión que la llevó al alcoholismo . Sin embargo, seguía en viaje. La única persona que la contenía era Finn. El no era mucho mayor que Jude, unos dos o tres años más. Jude, como muchas veces no distinguía lo verosímil de lo irreal, no se daba cuenta de que Finn estaba muy enamorado de ella. Pero como Jude nunca se dejaba vencer, cambió, y se dio cuenta que la vida seguía aunque no esté esa gente que la hizo tan feliz. Es algo común pero muy triste. Jude se propuso dejar de tomar. Ya casi llegando Ferrand, Jude estaba mucho mejor. Una tarde, cerca del río, Jude y Finn, estaban sentados, cada uno haciendo lo suyo; Finn, leyendo, y Jude, tratando de retratar a Finn. En esos tres meses que viajaron los dos juntos, se hicieron muy amigos, cada uno apoyaba al otro en las malas. Se ayudaban unos a otros y compartían todo; risas, lágrimas, comida, etc. Esa tarde, paso algo extraño. Cuando Finn terminó el libro, se quedó mirando a Jude. Ella estaba tratando de arreglar la nariz de Finn, pero era imposible, ella era muy mala dibujando a la gente. Al terminar, Jude levanta la vista y los dos se miraban. Jude le pregunto como riéndose:

Que pasa Finn?

Nada, veo lo hermosa que sos.

Jude se sonrojó- Yo no soy hermosa, además traigo mala suerte.

Sos hermosa.- Grito Finn Y no traes mala suerte son percances de la vida.

No Finn, soy mala. No se que tengo pero soy mala.

No sos mala, por ultima vez. Y si me muero, va a ser felizmente, porque morí por vos.

Que estas diciendo Finn?

Que te amo Jude, que te amo antes de que te hayas rehabilitado.

Finn, no mientas, no me trates como una estúpida. Es una falsa ilusion lo que me estás haciendo pensar.

Falsa ilusión? Vos también me amas?

Reinó el silencio por unos muy largos cinco minutos.

Me amas? Decimelo ya!

Si Finn, te amo.

Entonces, cual es el maldito problema que no te deja?

Que sos el mejor amigos de mi novio!

Will murió Jude, dejalo atrás ya!

Querés que lo deje atrás?

Si, por mi.

Por vos? Bueno.

De repente, Jude y Finn, se besan. Jude carcomiéndose por la culpa, pero luego se dio cuenta que la vida no solo era eso.

Jude y Finn estaban enamorados, demacido. Asi siguieron, llegaron hasta la costa de Francia. Cuando a Jude le llega una carta de su abuela;

“Jude:

Mi queridísima nieta, no creo que cuando llegues voy a estar. Lo siento, pero las cosas están muy mal. Tu madre me negó la palabra y a vos también. Si quieres ven, si morí. Prométeme que me cremaras y mis cenizas esparcirás en el lugar más hermoso que yo conocí en mi vida; La Patagonia argentina, más precisamente en Neuquén. Donde mi niñez con mi familia creció y me hizo otra persona. Si lo logras, te agradecer infinitamente, de aquí y de allá. Me despido de vos, de mis viajes, de mi yo interior y de este mundo que me hizo lo que soy, y le agradezco tanto. Jude, fuiste la más salvaje y rebelde de tu familia, y que tus hijos sigan así, porque hijos como tus hermanos, dudo que tengas. Te amo demasiado nieta. Nos vemos del otro lado.

Edith”

Jude, leyendo la carta en un rincón de la oficina postal, lloró a más no poder, porque tal vez a perdido a uno de los personajes más emblemáticos de su vida.